Título: Sputnik, mi amor (original en japonés: Supūtoniku no
koibito)
Autor: Haruki Murakami
Traducción: Lourdes Porta y Junichi Matsuura
Año: 2002 (original: 1999)
Editorial: Tusquets
Páginas: 246
Autor: Haruki Murakami
Traducción: Lourdes Porta y Junichi Matsuura
Año: 2002 (original: 1999)
Editorial: Tusquets
Páginas: 246
Un año después de
haber leído Tokio Blues me he
atrevido con otro libro de Haruki Murakami, en este caso Sputnik, mi amor. Es innegable que ambas novelas tienen bastantes
puntos en común, tanto en la forma como en los personajes.
Sputnik, mi amor está narrada por K., un maestro de primaria que nos cuenta la historia de Sumire, una excéntrica joven de la que
K. está enamorado. Sumire tiene un sueño: quiere ser novelista. Sin embargo, no
consigue terminar ninguno de sus escritos y esto le causa una gran frustración.
Un día, por casualidad, conoce a Myû,
una mujer diecisiete años mayor que ella, y se enamora. Desde ese momento, la
vida de Sumire cambiará radicalmente.
Esta es una de esas
historias donde lo importante no es qué se nos cuenta, si no las reflexiones
que hay detrás. El autor aprovecha el triángulo amoroso para ahondar en la
psicología de los personajes e insistir en los temas centrales de su obra: la
soledad y las relaciones. Los tres personajes parecen buscar algo en la vida,
pero sin tener realmente claro qué es lo que desean. Esa angustia, junto con sus demonios y
traumas del pasado, acabará conformando un relato amargo con un final abierto a
varias interpretaciones. Es en este final, donde el surrealismo tan
característico de Murakami se hace más presente.
En resumen: una lectura corta plagada de reflexiones sobre la vida y las relaciones.
El pilar central de esta novela es la introspección de los tres personajes por lo que la acción no tiene mucho peso. A pesar de ello, la lectura no se hace pesada y logra mantener el interés durante toda la trama, sin dejar que decaiga el ritmo. Las descripciones son muy acordes y nos trasladan completamente al lugar de la acción, destacando la parte del viaje a Grecia. También me gustó que se incluyesen diversas referencias culturales, especialmente a la música clásica, algo que yo ya esperaba puesto que Murakami es un conocido melómano.
En general, el libro me ha gustado bastante. Me enganchó desde el principio y en dos días ya lo había terminado. Con toda seguridad, gustará a los fans de Haruki Murakami, aunque si no has leído nada de este autor yo recomendaría antes Tokio Blues.
En resumen: una lectura corta plagada de reflexiones sobre la vida y las relaciones.
De Murakami, por ahora, sólo he leído Los años de peregrinación del chico sin color, y por lo que comentas de éste es bastante similar al único que leí; y según he leído, es la tónica habitual en las narraciones de Murakami. De aquél he de decir que me encantó, y la forma de narrar y de expresarse de Murakami me pareció exquisita; a ver qué tal éste, que tiene buena pinta y tengo ganas de leer más libros de este autor. :)
ResponderEliminarA mí me gusta bastante (queda claro en la reseña). Tengo pensado leer alguno más, aunque todavía no lo he decidido :)
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